ESTABLECIMIENTO ÓPTIMO DE LA LACTANCIA
La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a los bebés en las primeras etapas de su vida. Así lo reconocen tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como diferentes informes de sociedades científicas que, apoyándose en la evidencia actual, recomiendan la lactancia materna exclusiva durante 6 meses y la posterior introducción progresiva de alimentos complementarios hasta los 2 años o más1.
Los cuatro atributos de una lactancia materna efectiva son: la posición al lactar, el agarre al pecho, la succión y la transferencia de leche adecuados. Una lactancia óptima debe incluir una puesta al pecho precoz, en primera hora de vida, tomas frecuentes, sin dolor mamario, micciones claras a partir del tercer día de vida (4 a 6 al día) y deposiciones amarillentas grumosas color “mostaza” a partir del 4º-5º día en número variable con pérdida fisiológica del peso menor al 7% en primera semana y ganancia ponderal a partir de segunda semana de 25-30 g diarios. Recuperación del peso al nacimiento entre el 7.º y el 10.º día. Para una lactancia materna exitosa es importante que exista un inicio precoz de la lactancia, que tenga apoyo de los profesionales sanitarios, no haya rigidez en los horarios, sea a demanda (8-12 tomas/día los primeros días) y que la madre pueda recibir ayuda de un grupo de apoyo2.
OBSERVACIÓN DE LA TOMA. AGARRE ADECUADO
La escala LATCH es una herramienta de valoración de la toma desarrollada por Jensen et al. (1994) y consta de cinco áreas de análisis que son: “coger”, “deglución”, “tipo de pezón”, “comodidad/confort”, “mantener colocado al pecho”, de los acrónimos L, latch, A, audible swallowing, T, type of nipple, C, confort, H, hold positioning. Esta herramienta tiene el fin de proporcionar un instrumento de valoración de la lactancia materna para profesionales para así identificar áreas en las que la intervención es necesaria. Sirve además de pronóstico de duración de la lactancia materna exclusiva, detección precoz de lactancia materna ineficaz y detección precoz de problemas relacionados con la instauración de la lactancia y el resto del proceso de amamantamiento. La puntuación máxima de la evaluación de la LM es 10, y una puntuación total obtenida tras una valoración que esté por debajo de 10 indica que la madre requiere apoyo (Tabla 1)
Signos de buen agarre (Figura 1)4,5
EXPLORACIÓN OROFACIAL DEL LACTANTE. DISFUNCIÓN ORAL8
La disfunción oral del bebé incluye valoración de diversos elementos como:
Cuando se explora al recién nacido deben valorarse alteraciones secundarias que ocasionan disfunción oral y por tanto dificultad en el establecimiento de la lactancia como la presencia de deformidades craneales (caput succedaneum o cefalohematoma), torticolis congénita, hipo o hipertonía muscular. Deben ser explorados los reflejos orales (búsqueda, succión, deglución, extrusión, mordedura, vómito, tos) pueden estar exacerbados, disminuidos o ausentes.
El frenillo sublingual es una “telilla” o membrana que sujeta la lengua por la línea media de la parte inferior. Se trata de un resto embriológico que debería desaparecer en la semana 12 de gestación pero que por motivos genéticos o ambientales no lo hace, pudiendo limitar el amamantamiento. Cuando este frenillo es corto y limitante se conoce como anquiloglosia (AG) que consiste en un defecto congénito que se produce en un 4-10% de los recién nacidos y que puede suponer una limitación para el adecuado establecimiento de la lactancia materna debido al dolor mamario ocasionado por mal agarre y fricción continua del pezón, dificultad para transferencia de leche con hipogalactia secundaria y escasa ganancia ponderal del lactante. En el lactante suele existir retrognatia mayor a la fisiológica, callo de succión marcado, paladar ojival, movimientos irregulares de la lengua y chasquido durante la toma. A largo plazo se encuentran otro tipo de dificultades como problemas de articulación del lenguaje: rotacismo (dislalia en el fonema de la “r”), dificultad para realizar sonidos sibilantes y linguales “t”, “d”, “z”, “s”, “th”, “n”, “l” y problemas mecánicos debidos fundamentalmente a una respiración oral: respiración bucal, paladar ojival, necesidad de ortodoncia, deglución atípica, mordida cruzada o abierta y problemas sociales. No existen estudios con la suficiente calidad metodológica que permitan concluir la necesidad de frenotomía ante una anquiloglosia. Disponemos de cuestionarios que valoran el aspecto y funcionalidad del frenillo y pueden orientar en la necesidad de frenotomía.
La clasificación morfológica más utilizada actualmente es la de Coryllos y Kotlow en la que se distinguen 4 tipos de frenillos (Figura 3).
A nivel funcional, además, se incluyen las siguientes escalas de valoración que ayudarán en la evaluación de un frenillo para decidir necesidad de frenotomía:
La rehabilitación posfrenotomía (terapia miofuncional) será necesaria para evitar adhesión de la cicatriz y para rehabilitar la hipotonía orofacial subyacente. El objetivo será prevenir el desequilibrio existente en el sistema orofacial, facilitando la distensibilidad y elasticidad del frenillo mediante un correcto equilibrio muscular y donde la colaboración de la familia es imprescindible. Los ejercicios recomendados son:
Pueden existir características anatómicas individuales que dificultan el agarre, como la retrognatia o la anquiloglosia, alteraciones neurológicas transitorias o permanentes que dificultan la posición del bebé para mamar, llevándolo a adquirir posturas atípicas. La adquisición de posturas atípicas pueden proceder de problemas musculares derivados de partos traumáticos, de malformaciones craneales por partos instrumentales (ventosa, fórceps), de fracturas de clavícula, torticolis muscular congénita, parálisis braquial, etc. y precisarán de tratamiento rehabilitador específico y de cambio postural (postura de rugby, cuna cruzada, a caballito, tumbada, reclinada según la afectación) durante el amamantamiento que logre un buen agarre y transferencia de leche.
LACTANCIA DOLOROSA12
Por cada día de dolor materno en las tres primeras semanas de la lactancia existe un riesgo de cese de esta del 10 al 26%. El dolor mamario es la causa principal de abandono de la lactancia materna y en la mayoría de los casos es secundario a un mal agarre. Debe realizarse una valoración mediante herramientas como SF-MPQ (Tabla 3). Deben recogerse los antecedentes personales, lactancias anteriores, embarazo, parto, inicio de la lactancia, evolución de la sintomatología, aparición, intensidad y cuándo ocurre: Entre las tomas: continuo o alterno o durante las tomas: al inicio, durante toda la toma, al final de esta. Es importante valorar color y forma del pezón tras la toma.
La prevalencia de dolor inicial en el pezón en cualquier mujer que realiza lactancia materna es del 60-80%. Suele ser transitorio, con un pico al tercer día y resolución en 2 semanas:
En todos los casos puede ser beneficioso el cambio de postura durante el amamantamiento (postura de rugby, cuna cruzada, a caballito, tumbada, reclinada según la afectación). El dolor puede derivar en la necesidad de una lactancia diferida con extracción manual o eléctrica de la leche.
La relación entre depresión posparto y dificultades en la lactancia es bidireccional y compleja. Las madres que tienen más dificultades en la lactancia tienen más riesgo de deprimirse debido al sentimiento de culpa que aparece y a su vez el destete precoz puede ser un factor de riesgo para aumentar la ansiedad y depresión.
El contacto precoz en la primera hora de vida tiene especial importancia en el establecimiento del vínculo afectivo, especialmente favorecido por la postura de crianza biológica en el que el bebé instintivamente colocado en decúbito prono entre los pechos desnudos de su madre es capaz de ir reptando y comenzar a succionar. Esto junto con la lactancia materna a demanda crearan un apego seguro en la autorregulación afectiva entre madre e hijo.
La depresión posparto es muy frecuente (5-25 % en el primer año tras el parto) y no tratada puede tener efectos negativos en la madre y lactante. Los partos difíciles, el estrés, el miedo, la ansiedad y otros estímulos físicos repentinos desagradables son otra de las causas de retraso de la lactogénesis II, y la edad materna mayor a 35 años se han asociado al abandono precoz de la lactancia.
La escala de Edinburgh es un cuestionario de 10 preguntas que sirve de cribado de la depresión posparto. En este caso la lactancia puede ayudar a estabilizar emocionalmente a la madre siempre y cuando se haya establecido de forma satisfactoria. Las mujeres que sufren depresión durante el embarazo necesitarán un apoyo mayor durante la lactancia. Si la psicoterapia no es eficaz se recurrirá a tratamiento antidepresivo (Figura 5)18.
ENFERMEDADES MATERNAS19
Es importante reconocer los signos de transferencia adecuada de leche:
Existen enfermedades maternas como el hipotiroidismo, el síndrome de ovario poliquístico, la obesidad mórbida, la diabetes gestacional, el síndrome de Sheehan que pueden acompañarse de hipogalactia secundaria. Así mismo, el retraso del contacto piel con piel, como en las cesáreas o la retención placentaria, pueden retrasar el inicio de la lactogénesis. En estos casos puede estar indicada la relactación y el uso de galactogogos.
En la valoración de la lactancia debe realizarse una exploración mamaria en busca de anomalías anatómicas como hipoplasia mamaria, pezones invertidos, antecedentes de cirugía mamaria reductora, traumatismos mamarios, presencia de prótesis mamarias, antecedente de cambio de las mamas durante el embarazo (aumento de tamaño y tensión) que pueden condicionar una deficiente producción láctea. Cada entidad tendrá un tratamiento específico y se verán favorecidas por el agarre correcto, profundo al pecho “tipo sándwich” y en anomalías de pezón podría recurrirse al uso de pezoneras. Si se produce una situación de hipogalactia secundaria se recurriría a la lactancia diferida o galactogogos.
ALTERACIÓN DE LA POSTURA7
Signo de buena posición
Posturas sentadas (Figura 2). Se dividen en: posición de cuna, posición de cuna cruzada o posición en balón de rugby. Se recomienda el uso de almohadas y reposapiés para mayor comodidad y para elevar el bebé al nivel del pecho de la madre. Postura tumbada: en la cama, la madre y el bebé de lado tumbados, uno frente al otro.
Se recomienda la postura de crianza biológica para revertir mala postura. En postura semirreclinada de la madre el bebé busca, encuentra el pecho y se agarra, succiona y obtiene leche. Esta posición biological nurturing estimula la aparición de mayor número de reflejos, comportamientos instintivos neonatales y maternos, que ayudan a un mejor establecimiento del amamantamiento eficaz y pudieran estar relacionados con un aumento de la secreción de oxitocina en el primer mes.
ALTERACIÓN DE LA SUCCIÓN6
Los bebés realizan dos tipos de succión, la nutritiva y la no nutritiva. En el primer caso, la utilizan para comer y es una succión profunda, rítmica, que mueve la rama mandibular en la que se escucha la deglución de leche. Una vez extraida la leche, pasa a ser una succión no nutritiva, superficial, que les permite tomar la parte grasa de la leche y desarrollar el vínculo afectivo.
Succión incorrecta:
Debido a partos traumáticos o instrumentales que ocasionan deformidades craneales, musculares (torticolis congénita).
LACTANCIA DIFERIDA20
Consiste en la extracción de leche materna de forma manual o con sacaleches para administrársela al bebé en otro recipiente: cuchara, vasito, jeringa o biberón. Puede ser necesario recurrir a ella en situación de dolor mamario agudo, lesión en los pezones, prematuridad, enfermedad materna, incorporación laboral de la madre, etc. Si un lactante no está dispuesto a mamar de un pecho no productivo, se puede dar el suplemento a través de un suplementador de lactancia (relactación). Si el lactante está dispuesto a mamar de un pecho no productivo puede darse el suplemento separadamente.